Contemplar el nuevo catálogo Primavera-Verano 2012 de Stradivarius es adentrarnos en un mundo en el que jamás esperaría encontrarme ni una sola prenda de la firma. El mundo de las mansiones repletas de oro y mármol, de las top que no se levantan de la cama por cifras nimias y de los grandes catálogos que venden más una imagen que unas prendas. Excepcional su ultima apuesta, Brighten me up con Siri Tollerod.
Estampados tropicales para vidas que parecen de asueto, sólo preocupándose de por dónde sale el sol. Convertir el low cost en high chic no es tarea fácil.
Lo confieso, jamás me ha gustado Stradivarius y cada vez que piso sus tiendas corroboro el porqué. Este catálogo te hace hasta pensar en algunas de sus prendas como posible compras, cmo ejemplo este vestido de estampado floreal ¿os ocurre lo mismo?
No digamos ya este conjunto de camisita de piqué blanca y falda de vuelo que no puede estar mejor fotografiada. El que un gran equipo sea el responsable de tu imagen no siempre es sinónimo de garantía (léase Mango) pero en este caso sí lo parece.
Y posiblemente mi fotografía favorita junto con la que abre el post. ¿No diríamos que estamos ante una imagen de una gran revista? No es que sus últimos catálogos fueran por este camino precisamente, sino que nadaban, como siempre, en tierras de la adolescencia despreocupada y de las compras barateras.
Si no lo veo doble, reflejado en un espejo, no lo creo. Excepcional la luz, la pose, la top…
Todo ello bajo la batuta de Nico, uno de los fotógrafos ya imprescindibles de la escena nacional. Si el ejemplo de Stradivarius cundiese en otras casas, al elegir fotógrafos patrios, el panorama nacional sería distinto. Y las fotos mucho mejores que las realizadas por Terry Richardson para Mango.
Quiero el primero de los conjuntos de inmediato. ¿Me llevaré un chasco cuando lo tenga entre mis brazos?
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