Para el próximo otoño-invierno 2011/2012, Nicolas Ghesquière incorpora a Balenciaga además de los toques futuristas de las últimas temporadas (en las cazadoras y chaquetas), un estampado floral y una longitud de faldas por debajo de la rodilla que aportan un aire retro que contrasta totalmente con las cazadoras. Como si fueran dos colecciones diferentes que se han mezclado al azar.
Estas faldas consiguen un nuevo juego de proporciones en la silueta, así como un mix de texturas que según palabras de Ghesquière:
...te da diferentes y cambiantes puntos de vista. Es un poco surrealista.
El punto más terrenal (y por tanto, más comercial), lo ponen los abrigos, inspirados en los archivos históricos de la casa, con formas redondeadas y cortes limpios.
Junto con los jerséis de punto y los zapatos Mary Janes de múltiples tiras, prometen ser un hit de ventas y seguro que los terminamos viendo en las voguetes que hacen gira por rodas las semanas de la moda.
Nicolas suele investigar con los tejidos, como hace por ejemplo en este vestido fucsia con entramado de rejilla o con algunas faldas y chaquetas de falso cuero.
Algunos vestidos con deconstrucción al estilo japonés.
Y los vestidos que se superponen con pantalones a modo de túnicas son otro de los puntos fuertes de la colección Balenciaga otoño-invierno 2011/2012.
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