Antes que Alicia Keys, un grupo de muñecas ya tenía claro que podían ser atractivas sin una gota de maquillaje encima

Dejar de pintarse los ojos exageradamente con capas de rimel y khol. Pasar de los labios artificiales con colores llamativos. No obsesionarse con llevar las cejas delineadas y perfectas. Porque sin todo eso también puedes ser preciosa. Sí, incluso si eres una muñeca

La artista Sonia Singh cambia radicalmente el aspecto de las muñecas que encuentra para demostrarnos que pueden ser preciosas sin tanto maquillaje y con un estilismo más natural. El proyecto se llama Tree Change Dolls y esperamos que sea una de las formas de transmitirle a una nueva generación de mujeres que son libres para ser bellas siendo ellas mismas.

Tree Change Dolls es el proyecto personal de la artista Sonia Singh que tiene por objetivo rescatar muñecas de la basura, restaurarlas pero liberándolas de su aspecto más artificial, del maquillaje, de los peinados complicados y de la ropa para salir de fiesta y lo sustituye por rostros limpios, cortes de pelo fáciles de llevar y ropa cómoda, perfecta para acompañarlas en un día a día al aire libre

Toda esta aventura comenzó cuando despidieron a Sonia de su trabajo y se le ocurrió la idea de recuperar a muñecas abandonadas. Con la ayuda de acrílicos, barnices y pinturas, limpia los rostros y los sustituye por otros más naturales, menos fashion y sexualizados, pero igual de bonitos.

Cuando las fotografías empezaron a inundar las redes sociales y ante la respuesta que se desató (en pocas semanas consiguió miles de seguidores y muchísimas proposiciones para comprar alguna de las muñecas), Sonia decidió fundar en enero del año 2015 Tree Change Dolls, basándose en el hecho de que el concepto "tree change" se utiliza para explicar el cambio de vivir en la ciudad a vivir en el campo. Algo que utilizó la propia Sonia como metáfora para explicar el cambio de vida que sufren las muñecas que restaura.

Con Tree Change Dolls da una nueva vida a juguetes viejos, pero su propósito va mucho más allá y que puede que llegue algún día a influir en las empresas que crean muñecas.

Replantearse el tipo de muñecas con las que juegan nuestros hijos y ofrecer versiones más sencillas y realistas con las que los niños puedan sentirse más identificados. Pero además una forma de demostrar a la generación de mujeres que está por llegar de que no hace falta llenar nuestra cara con maquillaje para ser realmente bonitas.

El proyecto de Sonia además se ha convertido también en un proyecto solidario y dona hasta el 10% de sus ventas a diferentes organizaciones como International Women’s Development Agency, Tasmanian Land Conservancy, Global March Against Child Labour, Save the Children, Greening Australia, Plan International Australia. Además, ha subastado muñecas en varias ocasiones para recaudar dinero para diferentes proyectos que apoyan proyectos muy variopintos, desde la biodiversidad y la protección de especies en peligro a la campaña australiana Because I am a Girl.