Si este invierno ya estamos haciendo nuestros pinitos en el armario de nuestros novios, maridos, amantes o amigos, el verano que viene, no saldremos de él, porque la moda boyfriend, que no es más que una ramificación moderna de la masculinización del armario femenino, se prolonga en el tiempo y ya no solamente se trata de lucir pantalones sueltos o blazers maxi grandes: lo que se llevará en primavera-verano 2009 será el total look.
Alexander Wang, Calvin Klein, Dries Van Notten, Louis Vuitton, Lanvin, Etro o Givenchy son solo algunos de los nombres que la temporada que viene se apuntan a masculinizar a la mujer de pies a cabeza, ellos son de los que creen que nunca más femenina que vestida de hombre, aunque parezca una contradicción.
Y es que lo de la androgínia no es un invento de ahora, en los años veinte nacía el movimiento garçonne en Francia, una corriente cultural encabezada por mujeres que se revelaban contra los monolíticos esteriotipos de la feminidad. Y el fenómeno cuajó, pasando por Greta Garbo, Catherine Hepburn, Catherine Deneuve, Mia Farrow, o Diane Keaton.
Ellas fueron grandes señoras que nunca estuvieron más espléndidas que vestidas con trajes de señor y lo que empezó como un movimiento ideológico expresado a través de la ropa (para que luego digan que moda y sociedad no van de la mano), se convirtió en una norma de estilo anacrónica.
Yves Saint Laurent hizo del esmoquin el nuevo uniforme y acabó de perpetuar el hábito.
Y hasta hoy, porque todos los grandes diseñadores incluyen de manera habitual en sus colecciones looks eminentemente masculinos.
Eso sí, cada uno lo hace a su modo, y ya no solamente de trajes pantalón viven el hombre y la mujer: los tiempos, han cambiado.
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