Nada de campañas ni de desfiles, para una buena promoción las marcas escogen una buena fiesta. Una buena fiesta con algunas de las famosas más populares del momento y habituales en este tipo de eventos de moda. Kate Bosworth al frente, de nuevo infalible, y Kim Kardashian a su lado, de nuevo volviendo a ir horrible a un sarao. TopShop no se corta en anunciar a bombo y platillo su apertura de la tienda en Los Ángeles.
Un vestido que de ver colgado en una percha me parecería horrible a verlo defendido por Kate Bosworth y ver cómo se convierte en un look curioso para ir de fiesta. Claro que a ella le va a sentar bien cualquier diseño.
Luego está el ejemplo opuesto: Kim Kardashian. No tengo palabras para definir tal conjunto, menos aún esos flecos, esos leggings de cuero… toda ella en general, vaya.
Antes me quedo con la tranquilidad (o sosez) de Emma Roberts que parece nunca haber roto un plato con este conjunto retro mezclando estampados como me mola.
Una fiesta como esta pedía un look como el de Miranda Cosgrove. Informal pero festivo, con una minifalda corta guateada en negro y de cuero. Muy juvenil y tan bien.
Incluso una combinación como la de Kelly Osbourne con unos pantalones de lentejuelas llenos de brillos y un blazer sin nada más debajo que la lencería. Muy sexy.
Pero nada de optar por detalles de pieles como los de Paris Hilton. Nada.
Tampoco hay que pasarse y escoger un modelo mini como el de la modelo Liberty Ross en un verde metalizado.
Me quedo más con el serigrafiado de Michelle Trachtenberg, aunque no le vendría mal alegrarse un poco y transmitir algo más de vida que siempre la vemos apagada y adiós look.
Una fiesta de TopShop es el contexto adecuado para que Nicole Scherzinger aparezca y no llame demasiado la atención por lo negativo. Ella misma.
Hay otras como Jessica Lowndes que se pasan de frenada y de recargarse tanto y mal patinan.
O parecen salir de un after hours de desfase, como Rose McGowan.
O de una playa ibicenca, como la modelo Lydia Hearst.
Sorpresa al encontrarse un largo hasta más allá de la rodilla en vestido larguísimos para un acto como este. Julianne Hough podía haber escogido algo mejor.
Y Mary Elizabeth Winstead, aunque mejor que el anterior look, también se encuentra fuera del contexto de un evento que pedía el corto y un toque más juvenil.
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